El piso sin duda alguna, es un elemento fundamental en un hogar, aporta color y calidez, minimiza el
mantenimiento -y ciertamente- nutre de belleza el resultado final de nuestro interior. Reemplazarlo o escoger una
vivienda con el adecuado no es tarea fácil, por eso hoy quiero indagar en el piso flotante, un revestimiento
conocido por todos pero que guarda una serie de cualidades, que según tus expectativas debes
saber elegir y utilizar a tu favor.
El piso flotante es una excelente alternativa para una familia numerosa, ya que es fácil de limpiar y posee una
alta resistencia al tráfico, siendo ideal para viviendas en donde circulen niños y mascotas.
El hecho de que algo sea popular no significa que sea ideal para tu hogar. Esto quiere decir que es una buena idea
comprender más sobre los pisos flotantes antes de escoger uno; de lo contrario, podrías terminar
con un gran dolor de cabeza en función de las condiciones de tu hogar.
Lo primero que hay que entender sobre el piso flotante es que no es un "estilo" de piso en absoluto. Los pisos flotantes
se refieren al método de instalación utilizado para una variedad de tipos de pisos, entre los que se incluyen laminados, vinílicos
y de ingeniería.
El término está más estrechamente relacionado con las instalaciones de pisos laminados, aunque también se ha abierto camino en otras áreas a lo largo de los años. Esto es lo que puedes esperar de una instalación de piso flotante en comparación con el uso de pegamento o clavos.
En pocas palabras, un sistema de piso flotante es cualquier método de instalación que permite que el piso "flote"
libremente sobre el subsuelo. Eso significa que no se sujeta ni se clava, aunque a veces se suele usar pegamento en
los bordes de las tablas.
Los sistemas de piso flotante utilizan tablas con bordes fresados que se ensamblan como piezas
de rompecabezas de gran tamaño. Eso los hace ideales para hogares con sistemas de calor radiante debajo de sus pisos,
pero también perfectos para contrapisos como concreto o madera contrachapada.
Otra ventaja es la capacidad de colocar un piso flotante sobre una superficie de piso existente sin tener
que retirarlo.
Si bien nunca querrás colocar un piso flotante encima de otro, puedes usar este método de
instalación sobre pisos que estén firmemente adheridos al contrapiso como madera, linóleo o baldosas.
Los pisos flotantes poseen un sistema de colocación que no requiere de herramientas ni pegamentos (no se pega,
no se clava y no va conectado en ninguna forma al suelo), sino que se coloca por medio de un encastre fuerte y
seguro entre tablas.
Esta es una pregunta común en quienes asisten a las tiendas a adquirir este producto, pero la verdad es que entre piso laminado y flotante no existen diferencias. En un comienzo, cuando apareció el piso flotante, se le llamó así debido a la forma de su instalación, que no requería de fijaciones. Con los años, la tecnología permitió que estos pisos incorporaran en su elaboración una serie de capas en láminas que aumentaron su resistencia a la abrasión y el tráfico –y que por ende- modificaron en cierta medida su nombre.
Como mencioné anteriormente, la tecnología permitió que los pisos flotantes incorporaran con los años 4 capas
en su elaboración:
Una capa inferior o de balance, que da apoyo y estabilidad al piso sobre el suelo en el que se coloca.
A su vez funciona como una barrera anti-humedad.
Luego viene la capa base que está hecha en MDF ó HDF, que es básicamente una madera en base a astillas finamente
prensadas para dar más dureza y estabilidad a la base. Al igual que la anterior, también impide el paso de la humedad.
La capa superior ya es el laminado del piso, y corresponde a la chapa de la madera, o bien, a una fotografía
de ésta en alta definición.
La última capa es la transparente, que es elaborada en base a resinas que brindan durabilidad, brillo y resistencia al tráfico.
Una de las grandes ventajas que posee el piso flotante es su mantención y limpieza, ya que gracias a su superficie foto laminada permite que ésta sea fácil de limpiar con un paño húmedo. Aún así, si deseas imprimirle más brillo o retirar suciedad pegada después de una celebración, puedes adquirir en supermercados una serie de líquidos específicos para piso flotante, los que en su mayoría se diluyen en agua y se limpian con mopa. Para aportar más brillo está la cera líquida para pisos flotantes -este producto- aparte de aportar brillo en la superficie la deja impermeabilizante a derrames de agua o bebida, siendo ideal para viviendas con niños pequeños.
La tecnología no da tregua, y así como se perfeccionó el proceso de elaboración del piso flotante, hoy también podemos ver en el mercado una serie de nuevos fotolaminados, los que incluyen diseños en madera más modernos, como en tonalidades blancas, grises y en robles. También podemos ver que algunos de estos revestimientos incluyen madera más delgada o incluso imitan la madera en distintos colores o decapados. Nutriendo los interiores de un estilo mucho más moderno y vanguardistas.
Esta es sin duda una de las preguntas más recurrentes a la hora de reemplazar nuestro piso actual por uno flotante.
La verdad es que tanto el piso laminado con terminación en melanina como el de ingeniería no se pueden vitrificar, ya que
como he mencionado anteriormente, sus superficies están hechas de enchapes en madera y fotos en alta definición
adheridas a la base. Lo que en realidad no se trata de un piso 100% en madera que permita absorción y adherencia
de esta película plástica en la superficie.
Sí existe un piso flotante que es de madera sólida que puede vitrificarse, pero se trata de un tipo
de piso distinto al laminado y por ende con un valor superior por m2 en el mercado. Dicho piso -como dice su nombre-
de madera sólida, se trata de una evolución de los pisos de parquet y de maderas antiguo que se usaban en las casas
del sur de Chile. Y que hoy incorporan nuevas tecnologías como una instalación flotante y una
superficie más lisa con diferentes tonalidades y vetas.
Existen 3 tipos de pisos:
El laminado con superficie de melamina, que es aquel que incorpora en su capa
superior una fotografía en alta definición de la madera. Podemos encontrar en distintos colores, vetas y acabados,
y dado de que se trata de una imagen solamente posee un precio más económico que está entre los 3 mil y 8 mil pesos el m2.
El piso laminado de ingeniería es aquel que incorpora en su capa superior un enchape de madera, esto quiere decir
que son unos 2 ó 3 milímetros de madera sólida. Este detalle hace que su valor sea más elevado y su
vida útil también aumente considerablemente en el tiempo. Lo diseños más modernos van desde los 8 mil a 20 mil pesos el m2.
Por último encontramos el piso de madera sólida, que es aquel que está elaborado en base a madera maciza,
que se puede vitrificar y que tiene una vida útil eterna. Podemos encontrar desde 10 mil a 30 mil pesos el m2.
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